El Longevity World Forum ha celebrado su segunda y última jornada centrando la atención en dos disciplinas que se plantean fundamentales para garantizar una mayor y mejor esperanza de vida: la medicina de precisión y la biotecnología. Cada una ha protagonizado una sesión que ha contado, nuevamente, con voces referentes no solo del ámbito científico, sino también de la industria, lo cual ha permitido ofrecer una visión más holística sobre la longevidad humana.
En concreto, Manuel Corpas, fundador y CEO de Cambridge Precision Medicine, ha sido el encargado de inaugurar el día demostrando cómo la secuenciación del genoma completo es una herramienta clave en la práctica clínica para prolongar la vida y la salud de las personas. A ello se ha sumado el testimonio de Jorge Cortell, CEO de Kanteron Systems, quien ha explicado cómo su start-up ayuda a introducir integrar datos desde la imagen en el flujo de trabajo de medicina con vistas a que sea más certera y personalizada.
Siguiendo en esta línea, Ana Sabater, directora asociada de Eugenomic, ha puesto el acento en la farmacogenética y su importancia para conseguir que las prescripciones de los medicamentos sean más seguras y, por tanto, eso se traduzca en una medicina más eficiente. Por su parte, Arancha Galán, subdirectora del laboratorio FIV de IVI, ha desmontado la idea generalizada de una juventud eterna, concienciando sobre la necesidad de pensar en mecanismos para conservar la fertilidad, mucho más ahora que la esperanza de vida es más prolongada.
Todos ellos junto con Pablo Marín, Director Bioinformática de Kanteron Systems; Juan Sabater, presidente de Eugenomic; Elisa Tarazona, directora de operaciones de Ribera Salud; y Gonçal Lloveras, director general de Clínica Diagonal de Barcelona, han participado, además, en sendas mesas redondas que han abordado el potencial del Big Data en la gestión de la salud, por un lado, y el papel de las clínicas, laboratorios y hospitales en el nuevo paradigma médico, por otro.
La cuarta sesión, desarrollada a lo largo de la tarde, ha contado con las aportaciones de Tom Stubbs y Attila Csordas, fundadores y CEO de Chronomics y AgeCurve Limited, respectivamente. Ambos han expuesto cómo sus start-ups ofrecen servicios que ya permiten obtener información de la genética o biomarcadores con vistas a desarrollar una medicina preventiva.
Entre medias ha sido el turno del esperado Aubrey de Grey, el afamado biogerontólogo fundador de la organización estadounidense SENS Research Foundation, que ha argumentado que el envejecimiento se podrá tratar como un problema médico en un futuro próximo. Es decir: que el envejecimiento no será como una infección a eliminar del cuerpo humano, pero sí como otras enfermedades que se deben a la “acumulación de daño” en el cuerpo humano.
La recta final de la jornada ha venido de la mano de Lissette Otero, CMO y directora de laboratorio de Life Length, quien ha desgranado las diferentes variables que existen asociadas a los telomeros, la edad y el cáncer. Por último, Ángel Alberich, fundador y CEO de Quibim, ha ejemplificado las aplicaciones médicas que la inteligencia artificial ya tiene actualmente y qué ventajas tiene con vistas a garantizar una longevidad saludable.
Con todo, el Longevity World Forum se ha cerrado compartiendo las principales conclusiones de ambas jornadas en la voz de Manuel Pérez Alonso, catedrático de genómica perteneciente al comité científico y organizador del congreso, quien ya ha confirmado que se celebrará una segunda edición en noviembre de 2019 vista la buena acogida obtenida en este año de estreno.